lunes, 12 de julio de 2010

La Cultura como Entidad



¿Qué es cultura? El concepto de cultura involucra a la totalidad. El individuo no termina donde concluye su piel, se prolonga en las costumbres, instituciones que forma parte y los utensilios que emplea. En tal sentido, se entiende a la cultura como una entidad vital, es una complementación orgánica del individuo. Cada cultura genera su praxis social dependiendo de las características de sí. También puede tras fenómenos de transculturación, aculturación o fagocitosis cultural manifestar fenómenos diversos a otras culturas, desde la producción científica, filosófica, artística y de utensilios.
El modo de ser una cultura determinada no se comprende a cabalidad de modo consientes; hay mucho de irracionalidad en el fenómeno cultural, es un simple ocurrir porque ocurre. La cultura como manifestación lleva dentro de sí la búsqueda del ser, el hecho de estar. Por tanto, la cultura está relacionada con el lugar y el tiempo en el cual se habita, en el cual se es, donde los individuos no pueden estar absortos ni indiferentes a lo que ocurren porque son consecuencia y forman parte de determinada cultura.
Siguiendo estas ideas, analicemos la presencia de una obra ícono dentro de una cultura; por ejemplo Martín Fierro, poema narrativo compuesto por José Hernández en 1872, obra representativa de la cultura gauchesca en Argentina. La obra se convierte en reflejo cultural y parte constitutiva de la cultura no por deseo del autor que la produce o por las características semánticas o lingüísticas de la obra. Se convierte en referente cultura debido a que la población la asume como tal. He aquí un elemento fundamental dentro del fenómeno artístico que generalmente se desdeña, el pueblo, las personas que habitan y generan cultura. Sin la aceptación del gaucho que adquiría el poema junto con el azúcar y las verduras, la obra jamás había transcendido el reducido espacio de sus páginas. Es el pueblo quien genera cultura y no particulares. El autor al querer hacer crítica a un determinado ministro jamás se planteó la trascendencia cultural de la obra, sólo se limitó a hacer un retrato fidedigno de la realidad en la cual vivía; el pueblo al aceptar la obra y verse reflejado en él, convierte a la obra parte de su cultura. De esta forma Martín Fierro es un producto cultural engendrado en el ceno de una cultura, para el uso práctico de sí.
Planteado así, las expresiones artísticas no adquieren valor cultural porque la crean los individuos sino porque la comunidad la absorbe, en tanto esta ve en ella una significación. Esto, indudablemente, no corresponde al patrón clásico de cultura inculcado por la ciencia occidental, donde todo debe cuadrar dentro del modelo renacentista de la mecánica universal.
La cultura emerge de un estado de indefensión del existir mismo, en tanto necesidad de encontrar un sentido al existir. Comparado con la urgencia de comer, la urgencia de cultura es una necesidad mayor; pues, su carencia representa una mayor indigencia. Entendido así, no por dar prioridad al problema alimenticio lo vamos a resolver; en cambio, si se resolverá si tomamos en cuenta el condicionamiento cultural que implica el hecho de comer. A nivel etnológico se demuestra que el problema real no es la alimentación, sino es la de recobrar la dignidad a tener derecho a ella; esto, indudablemente, es un problema fundamental en América latina. Porque en no pocas ocasiones se lesionan severamente las culturas sólo al tratar de imponer esquemas que para quien la impone significa la solución para resolver el problema de alimentación.
Lo expuesto en el párrafo anterior, nos conduce a la pregunta lógica ¿En cuáles condiciones hay que dar de comer sin lesionar la dignidad del necesitado?.. Toda intervención de una cultura sobre otra, invariablemente modifica a las dos; sin embargo, se deben implementar acciones que disminuyan el impacto cultural, al menos que la acción no signifique la sumisión de una a otra cultura. Porque, en caso contrario, las acciones asumidas por la cultura que ejerce la modificación no encontrarán respuesta sobre la modificada, pues los elementos culturales introducidos a ella no corresponden con su dinámica cultural.
Por último, la cultura se concreta al universo simbólico en el cual se habita. Es necesario que este universo no sólo este jerarquizado sino institucionalizado; pues, las instituciones son organismos que sirven para mantener los modelos culturales. De igual manera, la comunidad que genera la cultura debe sentir como propio los modelos culturales de su sociedad; porque, invariablemente, un modelo cultural es la concientización de un modo de ser.

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